lunes, 25 de noviembre de 2013

Los dulces chilenos


Los dulces chilenos son una manofactura muy especifica de preparados como los empolvados, las palitas, Palomitos dulces o lenguetas -con o sin coberturass de merengue, a veces empolvados-, las almejas a veces llamadas perlas o pajaritos, etc,etc. Tambien hay merengues, berlines, tortas de lucuma, pie de limon, chumbeques, churros con mucho dulce de leche, palmertitas y uno que es toda una institucion en los micros ya veces va dela mano con la sustancia (trozos de marshmallow-malvavisco), el cuchufli.
Dulces en Chile encontras en todos lados pero hay algunas manofacturas que tienen una fama que va de punta a punta del pais, como los Dulces de la Ligua que casi llegan a ser el nombre oficial de los dulces. A raiz de esto se ha tomado la denominacion de origen.
Es muy comun ver vendedores callejeros de dulces en todos lados, parado en una esquina, al costado de la ruta, en alguna terminal de omnibus, en la feria,
Con vestimenta en impecable blanco quienes venden dulces son conocidos como Palomitas.

Dulces de La Ligua

La Ligua es conocida en Chile no solamente por sus temblores y tejidos, sino también por sus dulces. Diariamente, un verdadero ejército de dulceros se disemina por la V Región llevando los exquisitos alfajores, los albos merengues, los ricos mantecados y los sabrosos empolvados, chilenitos, palitas y mil hojas.

A fines del siglo XIX, los ricos yacimientos mineros de Chañarcillo y tres Puntas comenzaron a declinar, lo que produjo migraciones hacia el sur. Una oleada de estas migraciones, provenientes de Copiapó, llegó a La Ligua, la puerta de entrada al “sur”. Así se avecindaron en esta ciudad de calles polvorientas con una población cercana a los dos mil habitantes, familias como los Brito, los Humeres, los Vilches y los Mondaca. La familia Brito se empezó a destacar por una habilidad hasta entonces poco conocida, la repostería, cultivada por las hermanas Luzmina y Lolo que contaban con un maestro pastelero, Don Juan de Arancibia, hombre piadoso, beato y de gran corpulencia, el “dueño” de la fórmula secreta de los dulces de La Ligua, capaz de obtener ese sabor tan tenue y especial que los caracteriza.

La “fórmula secreta” o “receta madre” es una de las tantas leyendas que rodean a esta hermosa tradición. Se dice que en los años 30 las emprendedoras hermanas Brito, fascinadas con el talento de Don Juan, decidieron embarcar y enviar los dulces a Valparaíso y Santiago. Y fueron los trabajadores quienes comenzaron a difundir el secreto de la receta entre otras familias como los Cosmelli, los Veas, los Figueroa y los Tordecillas. Cada familia y generación fue enriqueciendo esta receta con nuevos matices en su textura, aspecto, forma y sabor, lo que originó distintas categorías de dulce.

En las siguientes décadas, los dulces de La Ligua fueron ganando más prestigio y llegaron a ocupar el primer lugar en la tradición dulcera chilena, seguido muy de cerca por los dulces de Curacaví y las tortas de Curicó.

A través de su historia el dulce ha experimentado algunos cambios producto de la oferta y demanda. Desaparecieron los Príncipes, los dulces del Chagual, los Borrachos y el de Grasa. Los folklóricos canastos artesanales de mimbre fueron reemplazados por canastos -caja de acrílico-, que según el Servicio de Salud Pública son menos “románticos”, pero más higiénicos, y se impuso el uso de piezas y delantal blanco.

Así, estos albos personajes se han hecho parte del paisaje de los alrededores de La Ligua, creando una verdadera tradición que sorprende a los turistas y da trabajo a una gran cantidad de personas que laboran en las distintas etapas de fabricación de un auténtico dulce liguano.

Fuente: “La dulce historia de una famosa tradición” (1995), por Arturo Quezada Torrejón, profesor de estado y director del Museo de la Ligua. Este artículo, publicado en el marco del 242º Aniversario de La Ligua, se basó en sus apuntes de biblioteca y conversaciones con Don Jorge Delgado Valdebenito, hombre querido y respetado en La Ligua por su extrañable amor a esta ciudad, quien creció escuchando sus historias, saboreando los exquisitos dulces de las hermanas Brito y la familia Vilches.

La ciudad de La Ligua se encuentra ubicada a 150 Km. de Santiago y a 110 km. de Valparaíso. Durante el tiempo de la colonia, uno de sus principales medios de subsistencia fue la minería del oro, la que fue reemplazada a comienzos del siglo XX por el arte textil y la repostería, convirtiéndose ambos en iconos de la ciudad.
En la historia de los dulces de La Ligua, hay dos versiones con respecto a su origen. La primera señala que los dulces provienen probablemente de tradiciones coloniales de repostería, importadas por Religiosas Agustinas desde España, quienes habrían producido y comercializado los dulces para obtener recursos para su orden religiosa, en base a recetas que permitían conservarlos por un tiempo prolongado. La segunda versión en tanto, atribuye la tradición dulcera en familias que emigraron desde Copiapó a la ciudad a fines del siglo XIX, motivado por la crisis económica producida por el agotamiento de los yacimientos de la ciudad del norte (Fuente: Informe técnico para el registro como Denominación de Origen de los Dulces de La Ligua, Solicitud Nº 1058439).
http\://www.sellodeorigen.cl/611/w3-article-3458.html

Algunos de ellos son:

  • Empolvados: Biscochuelo relleno con manjar y cubierto de azúcar flor.
  • Alfajor: Hojarascas rellenas y rodeadas de manjar.
  • Chilenito: Alfajor cubierto de merengue.
  • Almeja: Galleta más una capa de manjar y betún con mostacillas de colores.
  • Príncipe: Similar al alfajor, pero de forma alargada y el manjar espolvoreado con coco rallado.
  • Milhojas: Pan de milhojas relleno y rodeado de manjar.
  • Cachitos: masa suave rellena con manjar, crema pastelera o de chocolate.
  • Relleno: Biscocho relleno de manjar, y cubierto de betún.
  • Palita: Similar a la almeja pero de forma alargada, aunque no lleva mostacillas.
  • Merengue: Similar a un alfajor, pero las hojarascas son reemplazadas por bolones de merengues, unidos por una capa de manjar.
  • Mantecado
  • Cocada


Dulces de Curucaví

Los dulces de Curacaví son masas horneadas, rellenas principalmente con manjar o dulce de leche. Según su preparación pueden ser clasificados en 12 tipos de dulces: chilenitos, alfajores, príncipes, empolvados, cocadas, merengues, empanaditas de peras y alcayotas, mil hojas, bizcochos o tortas, tacitas, hojas, huevo mol. La zona geográfica corresponde a la comuna de Curacaví, Provincia de Melipilla, Región Metropolina.
http\://www.sellodeorigen.cl/611/w3-article-9281.html


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